SISTEMAS AISLADOS DE LA
RED ELÉCTRICA
El Generador Fotovoltaico, consta de unos
paneles de Silicio que absorbe en radiación solar
convirtiéndola en Energía eléctrica. Esta energía
por medio de un REGULADOR, que se encarga de administrar
dicha energía, (desconectando cuando las baterías están bajas
o no hay radiación) se encarga del mantenimiento e
información sobre el estado de unos ACUMULADORES
(baterías). Si la energía que hemos de utilizar es
a tensión de 220 voltios y onda senoidal, se utiliza un
INVERSOR.
El caso siempre será compensar como mínimo la
Carga que se pretende consumir diariamente, en las
peores condiciones. De la acumulación posterior para cubrir
las necesidades, la aplicación será la que nos mande con una
autonomía mínima recomendada.
Así podemos conseguir el suministro para
lugares aislados de una energía fiable, cubriendo las
necesidades de los equipos receptores que se necesiten.
La potencia de un Generador Eléctrico, será
dada en Vatios/hora, y la tensión de suministro en
Voltios, con ello nos adaptamos a cubrir la necesidad.
Se puede realizar la instalación mixta de un
generador Eólico cuando se dispone de estas características
tiene las ventajas de una relación Potencia /precio mas
económica que en sistemas Fotovoltaicos, en sistemas un poco
grandes, pero necesita estar en una zona situada
con gran frecuencia de viento, sino se ha de prever un sistema
mixto eólico-fotovoltaico.
CONEXIÓN A RED
AUTOCONSUMO, en este caso se
utilizan varios sistemas según el % de aprovechamiento
de la energía que se quiera ahorrar. ( Según
R.D.1699/2011)
AUTOCONSUMO DIRECTO, que permite
poner una mínima cantidad de paneles dotados de Inversor
Directo y que compensan. Ahorro desde un 20%.
AUTOCONSUMO CON ACUMULACIÓN, que nos
permitirá el poder gestionar los excedentes de energía durante
el día y poder utilizarlo por la noche. Ahorro hasta el
80%.
AUTOCONSUMO GESTIÓN INTELIGENTE,
en el que podemos disponer de un sistema que nos ponga en
marcha los electrodomésticos de la vivienda programados
adecuadamente, y el aprovechamiento es superior al 90%,
aquí también incorpora acumulación y gestión de los
consumos.
GENERALIDADES SOBRE EL
AUTOCONSUMO
Recientemente, España ha dado los primeros
pasos hacia un nuevo modelo energético que cambiará la forma
en que se produce y consume la electricidad en nuestro país.
Se trata del autoconsumo de energía eléctrica, un
planteamiento que permite a los consumidores producir parte de
la electricidad que emplean en sus hogares o negocios.
Esto supone una evolución radical desde el
modelo actual de generación centralizada (la energía
se produce en grandes plantas como centrales hidroeléctricas o
nucleares y recorre largas distancias hasta consumirla) a
la generación distribuida (la electricidad se
produce en muchas centrales pequeñas situadas muy cerca de
donde se consume).
Hasta hace poco, la generación de energía
estaba reservada a las compañías eléctricas y sólo podían
recurrir al autoconsumo las viviendas y empresas sin conexión
a la red. Luego, la liberalización del mercado eléctrico
permitió a cualquiera producir electricidad, pero sólo para
venderla a la red, no para autoabastecerse. Sin embargo, a
finales de 2011, España aprobó un Real Decreto que autoriza el
autoconsumo y abre enormes expectativas, aunque falta por ver
si la normativa técnica estará a la altura esperada.
Beneficios del autoconsumo
eléctrico
La primera ventaja del
autoconsumo es el ahorro: al producir parte de la energía
consumida, la factura eléctrica del consumidor se puede
reducir un 60-80%. Si además tenemos en cuenta la subida
continuada de los precios de la electricidad (un 40% desde
2005), producir energía resultará más rentable que comprarla
en una fecha tan próxima como 2015, según calcula el
I.D.A.E.
Una segunda ventaja del autoconsumo es
que, como la electricidad no recorre grandes distancias, se
evitan las pérdidas de energía en la red. Conviene
recordar que, con el actual modelo de generación centralizada,
un 10% de la energía eléctrica se pierde durante el transporte
y la distribución, con un coste anual de 2.000 millones de
euros.
Un tercer beneficio del autoconsumo es
que la producción se realiza con tecnologías limpias, lo
cual reduce el uso de combustibles fósiles y la dependencia
energética. En este sentido, la energía fotovoltaica se
presenta como la fórmula más adecuada para generar
electricidad destinada al autoconsumo en los hogares por
varios motivos: su avanzado nivel de desarrollo, que permite
conectar directamente las placas solares a la red doméstica;
los precios a la baja, ya que el coste de los paneles solares
ha caído un 70% en los últimos cuatro años; y el hecho de que
la electricidad se produce de día, que es cuando más se
consume. Sin embargo, el autoconsumo también es posible con
otras energías renovables como la minieólica, la
minitermosolar, la biomasa o la microgeneración.
En cuarto lugar, el
autoconsumo fomentará el empleo y la actividad
económica en el sector de las energías renovables. Su
implantación aumentará la demanda de paneles solares y
permitirá la creación de empresas locales de servicios
energéticos para instalar y mantener las centrales domésticas.
Ahora que las primas a las energías renovables se han
suprimido en España, el autoconsumo puede asegurar el futuro
del sector.
BALANCE NETO, es
la opción en la que los excedentes de producción se envían a
la Red eléctrica, actualmente no está en vigor (junio 2013),
aunque se espera una posible regularización, no obstante
adjuntamos unos comentarios al respecto tomados de información
de SolarWeb.
El primer aspecto que preocupa a los defensores
del autoconsumo es cómo se tratarán los excedentes de energía
que generen los usuarios. En principio se apuesta por el
sistema de balance neto, medición neta o “net metering”.
Creado en Estados Unidos, consiste en que la energía sobrante
se inyecte a la red a cambio del derecho a consumir la
electricidad equivalente cuando sea necesario (por ejemplo de
noche, cuando las placas solares no producen). Esto se puede
hacer en cada vivienda (balance neto individual) o en varios
edificios (balance neto compartido), lo cual abriría
interesantes posibilidades, aunque por ahora la ley no
contempla esta opción ya que limita las instalaciones a 100 kW
de potencia.
© UNEF. El autoconsumo en su
modalidad de balance neto permite al consumidor ceder a la red
los excedentes puntuales de energía producida generándole el
derecho de consumir dicha cantidad de energía de manera
diferida.
Por otro lado, para que el balance neto
funcione, se debe fijar un horizonte de compensación adecuado.
Se trata del periodo durante el cual se puede consumir el
excedente de energía que se ha aportado a la red. Si el
horizonte es muy corto, restará rentabilidad a las
instalaciones de generación distribuida. En cambio, si el
horizonte es muy amplio o ilimitado, se podrían producir
abusos. Por eso los expertos proponen un horizonte de
compensación de 12 meses, para mitigar las diferencias de
producción y consumo a lo largo del año.
Un tercer aspecto básico a regular es el peaje
de acceso. Se trata de la compensación que exigen las
compañías eléctricas por usar sus redes para distribuir los
excedentes del autoconsumo. Dada la situación embrionaria del
autoconsumo en España, el coste de este peaje debería ser nulo
o muy bajo para garantizar la competitividad de los pequeños
productores. Sin embargo, es posible que las compañías
eléctricas presionen para fijar un peaje elevado que les
compense por los ingresos que dejarán de percibir.
Finalmente, entidades como la Unión Española
Fotovoltaica denuncian que la actual limitación de la potencia
de las plantas de generación distribuida a 100 Kw debe
eliminarse, ya que impediría el balance neto compartido.
También es una incógnita si el autoconsumo recibirá primas
para fomentar su adopción. Algunos expertos apuestan por
introducir incentivos temporales que vayan ligados a la
adquisición de equipos de generación eléctrica fabricados en
Europa, lo cual sería una manera de fomentar la industria
local. Sólo si la normativa acierta en estos aspectos, el
autoconsumo arraigará en España y hará posible lo que algunos
ya llaman la “Tercera Revolución Industrial”. |